Lleno de alegría y recuerdos inolvidables, Samyd Bustos recorre los pasillos del que fue su colegio desde primer grado, con la misma energía y gratitud de cuando era estudiante. Cada saludo a sus antiguos profesores despierta en él un sentimiento de agradecimiento por las enseñanzas recibidas. En el bloque de High School, se reencuentra con Mr. Paulo, Mr. Edgar y Mrs. Corina y, a través de una videollamada, con Mrs. Aurora, quienes con un cálido saludo y abrazo le dieron la bienvenida a su querido colegio. Hoy, después de años de estudio y práctica, Samyd ha regresado, no solo como un orgulloso egresado, sino como un médico residente en Cirugía Plástica en la prestigiosa Clínica Mayo en Estados Unidos. Esta visita es un momento de reencuentro con sus antiguos profesores y una oportunidad para compartir sus logros y experiencias con la comunidad que lo vio crecer.
«Siempre me interesó la medicina»
Su vocación por la medicina comenzó en su infancia y se fortaleció durante sus años en el colegio. Recuerda con cariño sus proyectos con Mrs. Corina, quien lo inspiró a cofundar el primer grupo de Biología, «sumado a la influencia de mi papá que también es médico cirujano, de pequeño lo veía en su sala quirúrgica. Al mismo tiempo tenía el interés en las Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. El colegio influyó mucho en ese sentido porque siempre participé en foros y Modelos de Naciones Unidas», -mencionó Samyd. Para él las experiencias que vivió como Secretario General en los Modelos de Naciones Unidas del colegio también dejaron una huella profunda; sin embargo, expresa que pese a esos dos intereses se decidió por lo que considera es su pasión, la medicina, ayudar y servir a los demás, que también va muy de la mano con la política.
Estudiar medicina en Estados Unidos es un reto al que pocos se atreven a enfrentar y Samyd reconoce la importancia de la formación recibida en el colegio para superar estos desafíos. «Medicina en Colombia es muy difícil, pero cuando sales de tu país te enfrentas a otra serie de oportunidades y desafíos como el componente de la cultura (…) las habilidades que adquirí desde el colegio fueron muy importantes para mí». Para él, la participación en intercambios y eventos académicos le dieron herramientas valiosas para adaptarse y expresarse en diferentes entornos culturales. «Entre más temprano comiences, sumado a las oportunidades que te brinda el colegio, considero que es el combo perfecto para el éxito»- afirmó Samyd. Además, destacó el papel fundamental de sus profesores y mentores, quienes lo guiaron y alentaron desde sus primeros pasos académicos. Esta red de apoyo fue clave para su formación y le enseñó la importancia de mantener conexiones valiosas a lo largo de la vida.
Una formación internacional para una atención humanizada.
Los clubes de Biología, los foros de debate y los Modelos de Naciones Unidas, fueron para él, espacios donde desarrolló habilidades esenciales para su carrera. Uno de los momentos que más recuerda es el trabajo de campo con otros colegios del Atlántico, donde descubrió la diversidad de realidades y la necesidad de romper su propia burbuja para comprender y servir mejor a la sociedad. Esta experiencia, asegura, fue fundamental para forjar su sensibilidad y compromiso con el servicio a los demás.
Al hablar sobre sus vivencias en Estados Unidos, Samyd reflexiona sobre la universalidad de la medicina y la necesidad de adaptarse a diferentes culturas para brindar una atención eficaz y compasiva. «En medicina ocurre algo lindo y es que hay muchas cosas que son transversales. Estás atendiendo a un ser humano, pero el ser humano se adapta a su cultura y se va moldeando», manifestó. Él expresa que la habilidad de entender y respetar el trasfondo cultural de cada paciente ha sido fundamental en su práctica profesional. Las herramientas de comunicación, hablar en público y presentación personal, que desarrolló en el colegio, también han sido clave en su desarrollo profesional. «Como médicos debemos adaptarnos a cómo son las culturas de los pacientes y cómo se desarrollan, eso también influye en el manejo de ellos. Al final, lo bonito es que estás tratando a la persona que viene con un dolor y tú tratas de aliviarlo»– afirmó Bustos.
Por último, para los actuales estudiantes comparte un consejo lleno de motivación: «La vida es de oportunidades y lo bueno es que están en el sitio donde te van a dar esas oportunidades, así que esa decisión ya fue tomada por ustedes y fue buena. Aprovechen esas oportunidades, sé que es difícil, pero para eso están estos espacios en los que los egresados comparten sus experiencias. Es importante que las aprovechen porque tendrá un impacto positivo para lo que quieran, sumado a las herramientas que brinda el colegio. Encontrar a las personas que puedas tener como referente y un día establecer esa conexión».
Hoy, mirando atrás, recuerda los pasillos del Colegio Real Royal School como el punto de partida de una carrera llena de desafíos, aprendizajes y logros. Su historia es una invitación a aprovechar cada oportunidad que el colegio ofrece, abrazar la pasión que los impulsa y a creer en su capacidad para alcanzar metas internacionales. Samyd nos muestra que el futuro no está escrito, que cada esfuerzo cuenta y que la comunidad escolar está ahí, como una red de apoyo inquebrantable, lista para acompañar a cada uno en su camino hacia el éxito.